domingo, 28 de abril de 2013

Cuando dejo de ser yo

Cuando dejo de ser yo... No existe nada ni nadie, solo tú y el tiempo corriendo en nuestra contra. Cuando dejo de ser yo... Nuestras almas se esparcen y envuelven el infinito. Cuando dejo de ser yo... El corazón hecho trizas se recompone. Cuando dejo de ser yo... pasamos a ser nosotros. Y cuando te vas, cuando vuelvo a ser yo, todo mi mundo se derrumba. El tiempo pasa lento, mi alma se encoje y el corazón se vuelve a partir en mil pedazos. Quizá por eso te quiera tanto. No por amor o amar, sino por egoismo. Porque cuando no soy yo, cuando somos nosotros, la luna sonríe y el mundo parece un sitio especial, un lugar encantado y hermoso en el que desearía vivir... VIVIR...

sábado, 27 de abril de 2013

Finjamos que esto no va por ti y por mí

Te echo tanto de menos que a veces me pregunto si realmente soy yo, una persona humana, la misma de siempre o si quizá haya cambiado un poco o mucho, o solo soy el sentimiento de vacío y/o soledad que se esconde tras una piel, un cuerpo, para poder ser visibles a otros ojos... Si supieras que... que... que me quedo si palabras para describir qué es esto, qué fue, cómo comenzó, por qué luché, en qué momento me dejé llevar, cuándo entregué, sin que lo supiera, parte del corazón de este cuerpo a quien lo llevará ahora en la suela del zapato; por qué soy incapaz de dejarte ir, por qué es sentirte lejos y notar que mi alma se encoge, mi corazón se desgarra poco a poco y algo dentro de mí muere, por qué tengo la sensación de ser capaz de hacer practicamente cualquier cosa solo por tenerte un segundo entre mis brazos o estar entre los tuyos y que me mires de esa manera... Y que este cuerpo sienta... sienta... sienta... que este armazón de carne y huesos que envuelven el vacío y la soledad se desvanezca en trozos de ceniza que se convierten en nada y se alejan de mí cuando tú estás, porque solo tú tienes la fuerza, por llamarlo de alguna manera, para romper esta armadura... Cuánto daría porque me entendieras, porque me correspondieras, porque fuérais tú y tu esencia las que saturaran, inundaran, anegaran cada rincón de mi piel y diéseis cuerda al segundero del reloj del alma, ese que tantas veces veces se queda paralizado de miedo y otras avanza rápido mientras las lágrimas se deslizan por las mejillas de este imperfecto cuerpo humano que me tocó albelgar... ¿Cuáles son las esencias que alberga tu cuerpo mortal? Creo conocerlas y a la vez siento que no sé nada de ellas. Nada más que mi esencia se siente atraída por la tuya de una manera sobrehumana y sobrenatural... Casi divina... ¿Y si dejásemos de pensar? ¿Y si hicieramos lo que nuestra cárcel corpórea anhelara y no se atreviera a hacer? Perdernos en besos, en caricias, en deseo, en pasión, en places, en un pequeño dolor que se desvanece poco a poco mientras olvidamos las penas, la tristeza, el miedo al futuro, el temor a causar y recibir daño... Cuánto me gustaría poderte decir "te quiero" sin que huyeses de mi lado, porque ya eres parte de mí aunque tú no lo entiendas, y aunque no lo entiendas, hagas lo que hagas, pase el tiempo que pase y nos veamos o no... Siempre, siempre, siempre, hasta que este armazón de carne y huesos se derrumbe y mi esencia de soledad y vacío busque otro lugar donde acurrucarse en las noches de tormenta, estaré ahí, aquí... donde sea, para ti...

miércoles, 17 de abril de 2013

Soledad y oscuridad

Dejadme perdida entre los recovecos de mi oscuridad, donde no pueda ver ya los versos que pernoctan en mi cabeza. Soportad con cadenas las palabras que se escapan de mi imaginación, atrapad a las que se rebelen y sacrificad a las más crueles. Ideas envueltas en turbia agua de mayo, en niebla de bosque tenebroso, en el trono de un castillo inaccesible, donde una princesa sin reino, rey ni reina, mira al horizonte y cree divisar el infinito eterno cuyos carnosos y largos labios jamás alcanzará a besar.