domingo, 22 de abril de 2012

Silencio

¡Ahogad el silencio! No quiero que nadie escuche mis pensamientos… El ruido es ausencia de mí; ausencia de soledad, de cansancio, de apatía… La monotonía arraiga en los cinco sentidos, y un sexto duerme a la espera de un sueño inerte. El espíritu reposa en la agónica lucha de la supervivencia; supervivencia por sobrevivir, por instinto, no por necesidad. ¡Apagad el Sol! La oscuridad es ausencia de sombra, y sombra soy yo de mi propia sombra. En el alma se asienta la maldición del dolor. El pesar, la tristeza, la melancolía y la nostalgia, florecen con la primavera y traen a mi memoria vivencias lejanas. Cada recuerdo que se amontona en mi mente reclama un significado desagradable. Pérdida, angustia… y en el corazón de ellas aún asoma la esperanza. Amargos recuerdos se transforman en melodías silenciosas, en tardes siniestras y noches de insomnio. ¡Ahogad el silencio! No sea que me quede a solas con mis pensamientos...

miércoles, 18 de abril de 2012

Sin ganas


Hacía tiempo que no sentía un dolor tan profundo. Dicen que la tristeza es el único sentimiento que nos demuestra lo que realmente nos importa; es cierto.
El alma o algo más profundo se desgarra. Pedazos de lo que soy yo, y de lo que no soy, vuelan a mi alrededor y se alejan para volver en días de tormenta.
Desconozco la parte de mí que soy, la que se perdió en el recuerdo y la que surgió de la fantasía.
Duele; duele el pecho; duele el vacío; duele el escozor de las lágrimas en mis mejillas.