sábado, 26 de noviembre de 2016

¿Un lugar seguro?

¿Dónde hay un lugar seguro en el que nadie pueda leer las lágrimas deslizarse por mi rostro? Un lugar donde escuchar la lluvia y soñar por un momento que solo estoy bajo ella, sin agua salada que acaricie mis labios, donde todo se confunda con todo y al final quede el TODO o la NADA.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Muriendo

Muérete como naciste: ni demasiado rápido ni demasiado lento. Quémate. Quémate por completo. No dejes que los gusanos se apropien de ti, ni dejes cenizas encendidas cuando desaparezcas. Sucumbe al descanso eterno. No te abandones a las religiones que te resuciten o te reencarnen en otro cuerpo que buscará en ti lo mismo que no pudo tener con alguien más. Ahógate. Que no se escuchen tus palabras desesperadas, tu llanto calmado entre asfixia y burbujas de oxígeno, tus lágrimas confundidas con el mar más salado a este lado del mundo. Hazte trizas. No permitas que las tiras sean como las piezas de algún loco puzle que algún día puedan volver a unirse de nuevo en un etéreo hermoso y tenebroso paisaje de colores desgarrados y raídos. Desaparece. Solo haz eso. Desaparece y no vuelvas a entras dentro de mí. Que mis oídos no recuerden que un día te mencioné en voz alta. Que mi corazón no vuelva a latir de pura alegría. Que mis entrañas no se estremezcan cuando te alcancen. Que mi mente olvide de ti todo cuanto supo y todo cuanto no quiso saber o imaginó. Regálame la oportunidad de ser sin ti. De no despertarme cada mañana con tu sabor en las papilas gustativas y el insomnio no abra mis ojos para ver cómo te alejas. Que no seas nada. Que no tengas sentido. No, eso no sería suficiente, el sentido se pierde en las emociones. Solo regálame una vida sin ti y sin tu recuerdo. Déjame. Vete. Huye. Corre rápido y no te tropieces en el camino. No vuelvas a mí nunca, ni en otra forma, ni con otras palabras, ni con otra voz u otras caricias. No recorras mis venas hirviendo la sangre y riéndote, insolente. Deshecha los sueños antes de fino paladar a algodón de azúcar y que ahora, insípidos, mueren al regazo de la nada. Aléjate de mí y de las heridas y cicatrices que a fuego lento te recreas en envolver todo mi cuerpo. Solo muérete cosa sufriente que llaman amor. Solo muérete.

viernes, 22 de julio de 2016

Juego

Jugando a no ser yo misma, a que no me afectan los regalos, sobre todo esas "rosas eternas", a que no noto tu presencia en cada uno de los rincones de mi vida, a que en la cama de noche hace demasiada calor para dormir contigo abrazada, a que estoy bien y nada me importa. A que las lágrimas son agua que me sobra... Qué mal se me ha dado siempre jugar a estas cosas...

Agua

Al final siempre se derrama el vaso, y te ves rodeada de personas que ni entienden ni les importa cómo has acabado empapada por mucho que en tus vanos intentos hayas tenido hasta ganas de vomitar de tanto beber para que el vaso no rebose... ¿Y qué haces entonces? Dejas que te siga empapando o lo tiras al suelo y lo haces trizas junto con los recuerdos que tanto te ha costado atesorar en sus agitadas aguas. Y cuando coges otro vaso con la intención de que este sí que no rebose, entonces te sientes culpable, sola, incomprendida, inútil, estúpida... no tienes fuerzas, se te han agotado las ganas, las ideas, los sueños... y dejas que se derrame hasta la última gota con sus infinitas consecuencias...

Vampiresa

Soy un vampiro, me alimento de sueños rotos, de mundos inertes, de sentimientos vacíos, de esperanza marchita, de la nada que inunda mi ser y me convierte, como ella, en nada para nada ni para nadie, ni siquiera para mí misma... Olvidada, ansiosa, desesperanzada... me he acabado convirtiendo en ese vampiro que se alimenta de sueños rotos.... 21-07-2014

miércoles, 15 de junio de 2016

Podría haber sido

Podría haber sido un siglo, tres días, seis meses o... toda la vida... Pero se quedó colgando de la nada, como si el fino hilo tejido por una araña lo hubiese mantenido en pie el tiempo que duró...
Realmente pensé que las cosas cambiarían. Nunca he sido de suplicar, de hablar más, dar oportunidades y esperar, sino de ver menos y borrar más... Pero me permití albergar esperanza, creer que las cosas podían cambiar, que las palabras no se las lleva el viento... Y por un simple mensaje no contestado caí en la realidad... de que nada es cierto y todo se lo lleva el viento, incluso aquello que creíamos sería eterno...
Bañar las heridas de mi alma con la sal de mis ojos, escuece profundamente...
Qué triste. Fuimos todo y ya no seremos nada. Qué triste. Condenada a pensar cada día qué podría haber sido...
Qué triste...

sábado, 11 de junio de 2016

Sin comentarios

Perdidos los mapas de mi vida, me dirijo a un rumbo desconocido... Cuánto dolor, cuánto sufrimiento, cuánta monotonía, cuánto desperfecto...

lunes, 30 de mayo de 2016

Me he dado cuenta

Escribo sin saber si leerás, sin saber si mis palabras te alejarán más de mí y te arrojarán a otros cuerpos en los que hacerte hueco, sin saber si es mejor solo dejar correr el tiempo, sin saber si intentar con todas mis fuerzas deshacerme de la vaga esperanza de que volverás a por mí, y sin saber si en ese caso yo seré capaz de aceptarte, tendré ganas de vengarme o me arrastraré a ti. Me dijiste que tú siempre lucharías por mí. Yo te respondí que jamás lucharía por alguien que me dejara. Míranos, cómo ha cambiado la vida. Ahora eres tú la que reclama estar sola y yo la tonta arrastrada que intenta, como puede, luchar por ti, sin saber siquiera si tú quieres que yo lo haga o si el éxito de mi lucha sería abrazado por mi corazón o sistemáticamente lo apartaría en un rincón, temerosa del sentimiento que ahora mismo me invade. Me he dado cuenta de muchas cosas, y aún me queda darme cuenta de muchas otras. Me he dado cuenta de que te quiero en mi vida más de lo que yo pensaba, me he dado cuenta de que el vacío que has dejado en mi ser no es capaz de llenarse con nada, créeme, lo sé, lo he intentado. Me he dado cuenta de que no soy digna de ti y quizá tú tampoco de mí. De que como leí una vez por ahí, “si el amor aprieta es que no es de tu talla”, de que no he conseguido hacerte lo suficientemente feliz como para que te quedaras a mi lado, con miles de dudas, pero lo suficiente como para que no te quisieras escabullir de mis brazos. Me he dado cuenta de que te escribo, te mando canciones y ni así reaccionas. Me he dado cuenta de que no sabré qué significan para ti estas palabras, ya que tú puedes saber de mí, pero yo no puedo tener noción de cómo estás, de si te has entregado a alguien como un día lo hiciste conmigo, de si tus sentimientos están evolucionando, de si me darías la paz de vernos en persona algún día para hablar esto frente a frente y por fin quedarme tranquila en ciertos aspectos, porque la verdad es que no he tenido oportunidad de despedirme de ti, y así el duelo es el doble de difícil de empezar. Me he dado cuenta de que aún te lloro. Y no lo digo por darte pena. Es lo último que quiero darte. Solo me pregunto qué sientes tú cuando lees todo esto. Me he dado cuenta de lo mal que me he portado contigo. De que he hecho cosas que te han dolido mucho, y comprendo el malestar de algo así. Lo siento. No sabes cuánto lo siento. Me he dado cuenta de lo terrible que resulta no ceder a la tentación de coger el móvil y llamarte, saber de ti, o si ni siquiera cogerías la llamada. Me he dado cuenta de que los días no existen sin saber de ti, y que es duro mantenerse en pie sin esos “te amo”, “te echo de menos”… de los que tantas veces me he quejado como una tonta de que me los repitieras. Si tú aún sientes algo por mí, no te pido que vuelvas, me abraces y me digas que todo irá bien. Te pido vernos un día, no sé cuándo ni cómo, en persona. Te pido que me dejes hablar contigo, despedirme de ti si es necesario. Te lo pido en nombre de ese amor tan grande que siempre has dicho sentir por mí. Porque, sin vernos cara a cara aunque sea una última vez, no soy capaz de seguir adelante con la vida que me ha tocado jugar. Me he dado cuenta de que ya nunca volveremos a ser una. De que el tiempo y la distancia nos ha corrompido poco a poco, y seguirá corrompiéndonos más, y por fin te has dado cuenta de que esa frase que tanto odiabas que repitiera, es cierta: “los sentimientos cambian”. Me he dado cuenta de que nada vale la pena sin ti, y que intentar distraerse solo es una tonta idea que no sirve para nada. Pero sobre todo, me he dado cuenta de que las cosas no pueden seguir así. Por mí. Por ti. No estamos juntas pero yo me encargo de destrozarme cada día un poco más por esta causa. Ya sabes el mensaje de este escrito que tanto me ha costado garabatear, y de los ecos que gritan aquellas palabras que no he sido capaz de trazar. Ahora todo depende de ti.
IMPORTANTE: VER EL VÍDEO DEL ENLACE ENTERO, ES LA MELODÍA DE PIERROT PERO NO SU LETRA. https://www.youtube.com/watch?v=kGYDgYVxxqo&feature=youtu.be

jueves, 26 de mayo de 2016

Ni siquiera...

Ni siquiera tuve tiempo de verte por última vez... de poder abrazarte, besarte e intentar convencerte de que te quedaras a mi lado... porque es la segunda vez que realmente me enamoro de alguien... porque creía que seríamos para siempre...

Errores, palabras feas, incoherentes y sin sentido

Y es que sé (o eso creo) que te pasarás por aquí. Y soy tonta y débil... Parece que hace 3 siglos desde que te vi por última vez y 2 y medio cuando hablé contigo por primera vez. Siento que no piensas nada en mi mientras yo te encuentro en todas partes. En todos los rincones de este maldito apartamento, en la cama mientras me abrazas al dormir, en el sofá cuando me echo en tus piernas y duermo, en las calles que pasamos juntas, en las parejas que veo por la calle, en las farmacias cuando veo chupetes o biberones, cuando veo a bebés en sus cochecitos, en las rosas de todas partes cuando recuerdo las rosas eternas, en las alianzas que llevan los demás en sus dedos, en las conversaciones que no tenemos, en mi casa cuando veo a la Ítaca triste, en mi cuarto, en los ridículos títulos de las pelis, cuando paso por un cine, cuando me veo los tatuajes, cuando mire mi pelo rojo, cuando hablo con gente para dejar de pensar en ti y lo único que hago es pensarte más, en la palabra "no" cuando me preguntan que si tengo pareja o en los "a mí me han dejado hará una semana", en mi cama cuando doy vueltas y vueltas sin poder dormir, con las pizzas del dominos, con los chinos, con el manga, el anime, el merchandaising, cuando paso por santa justa? Cuando estoy en la facultad, cuando tengo ganas de hacer cosas que no debería, cuando me derrumbo en la cama o en el hospital y ni todas las pastillas del mundo ni todas las lágrimas que estoy harta de derramar no sirven para aliviar mi dolor, cuando me siento triste, sola, abandonada, traicionada... "yo nunca te haré daño", "yo no soy como la gente", "confía en mi", "te amo", "yooo nunca te dejaría", "te quiero más que a mí misma", "antes preferiría darte cosas a ti porque me hace feliz verte feliz que si fueran para mí".... tantas cosas que se me olvidan ahora mismo... quizá sea lo peor que he escrito, porque ni debería escribirlo ni lo estoy escribiendo bonito... cuando me gustaría que volvieras y me dijeras "aún no he hecho nada. Te quiero y quiero volver a estar contigo"... y porque fueras capaz de aguantar las dudas que me surgirán en ese momento... estoy al límite total... nunca pensé que estoy podría llegar tan lejos... no debería escribir esto... me doy asco... me odio... pero los días pasan y yo muero por no tenerte conmigo...