viernes, 7 de marzo de 2014

Échame de menos

Échame de menos, por favor. Échame de menos aunque solo sea un segundo, una idea loca, un recuerdo no demasiado agradable... Recuérdame. Vuelve a por mí... A pesar de que solo pase por tu mente como una fría e irritante ráfaga de viento que revuelve tu nocturno cabello y lo pega a tu rostro. Recuerda el tacto de mis labios suaves mientras besas los suyos. Siente en tu piel el ansia de mis manos recorriéndote con deseo y dotes maestrales mientras te desnuda. Cierra los ojos e imagina que soy yo quien te hace el amor. Yo. Solo yo. Tú. Solo tú. Nosotras. Solo nosotras. Nosotras y el deseo, y la pasión, y el deleite y el amor. Y al llegar al clímax, estremécete, deja que tu cuerpo tiemble al compás de tu palpitación acelerada, agítate con deseo y el cuerpo sudoroso, henchido de placer y satisfacción, y por fin, culmina y grita mi nombre en silencio mientras recuerdas mis gemidos y mi respiración entrecortada tocando tus oídos...

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