domingo, 1 de septiembre de 2013

Realidad

Entre segundo y segundo se me derrama la vida. Lentamente, suavemente, como un veneno que mata poco a poco. Trozos de sangre coagulada me recuerdan a pedazos de corazones rotos. Un riachuelo rojizo se desliza x mi brazo; un cosquilleo; el roce de una pluma.Goterones de sangre se funden con el suelo y se convierten en charcos rojos. Mi corazón está yermo de amor, como una tierra baldía donde no crecen ni las malas hierbas.Mis sueños se cubren de pétalos de una flor moribunda. Apesta. La vida es una puta mierda y yo ya estoy harta de tener cagalera. Así, como suena, sin remilgos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Llegara alguien que sepa cultivar ese corazon yermo yo lose :)

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